Prácticamente todas las industrias deben lidiar con peligros con gases de algún tipo, y la industria de alimentos y bebidas no es la excepción. Sin embargo, en la industria existe una falta de conciencia generalizada en lo que se refiere al dióxido de carbono (CO2) y a los problemas que puede presentar, no solo para los trabajadores, sino también para los clientes.
Gracias a sus múltiples usos, el dióxido de carbono es el gas más común en la industria de alimentos y bebidas. Se usa para darle carbonatación a los refrescos y en forma de hielo seco para mantener los artículos fríos durante el transporte, y se produce al fermentar agentes como las levaduras.
El dióxido de carbono podría parecer inocuo a primera vista. Después de todo, lo exhalamos en cada espiración y las plantas lo necesitan para su supervivencia. La presencia de dióxido de carbono no es necesariamente un problema, pero su volumen en un ambiente determinado puede llegar a niveles peligrosos.
Los peligros del CO2
El hecho de que el dióxido de carbono sea incoloro e inodoro lo hace potencialmente muy peligroso. Debido a que el dióxido de carbono es más pesado que el aire, desplaza al oxígeno y, a altas concentraciones, causa asfixia. En el caso de un escape, es fácil sucumbir a la exposición, especialmente en un espacio confinado, como un tanque o un sótano. Los síntomas tempranos de exposición a altos niveles de dióxido de carbono incluyen mareos, dolor de cabeza, confusión y pérdida de la consciencia.
La realidad es que se producen accidentes y fatalidades en la industria de alimentos y bebidas por escapes de dióxido de carbono. Sin métodos de detección apropiados, todas las personas en las instalaciones podrían estar en riesgo. Esto es relativamente común cuando una persona muestra síntomas de exposición a dióxido de carbono y los trabajadores cerca de esa persona intentan ayudarla, para convertirse ellos mismos en víctimas.
Los beneficios de los monitores de gases
Cualquier aplicación que use dióxido de carbono presenta un riesgo para los trabajadores. Debido a que el dióxido de carbono no puede ser detectado por los sentidos, la única manera de identificar niveles altos antes de que sea demasiado tarde es usar monitores de gases.
Los detectores de gases personales pueden monitorear continuamente el aire en las zonas de respiración de los trabajadores y permitirles tener más consciencia y la información necesaria para tomar decisiones inteligentes frente al peligro. Los monitores de gases no detectan solo dióxido de carbono en el aire, sino que también alertan a otros si hay un empleado en peligro.
Al monitorear el dióxido de carbono, es importante usar un monitor multigás con un sensor exclusivo para dióxido de carbono. Es un mito popular que el monitoreo de bajos niveles de oxígeno o de gases combustibles arrojará una lectura aproximada de dióxido de carbono. La realidad es que el dióxido de carbono escala a niveles peligrosos antes de que el sensor de oxígeno dispare una alarma, mientras que altas concentraciones de dióxido de carbono podrían leerse como un gas combustible, lo que lo haría buscar una fuente que no existe.
No existe un monitor de gases perfecto que pueda detectar todos los posibles peligros con gases, pero un monitor multigás como el Ventis® Pro5 es ideal para la mayoría de las operaciones de la industria de alimentos y bebidas. Puede configurar el detector para monitorear dióxido de carbono y otros gases que los empleados probablemente encuentren en el lugar de trabajo, incluidos LEL (pentano), monóxido de carbono, sulfuro de hidrógeno, amoníaco y oxígeno.
Con conectividad incorporada, el Ventis® Pro5 es el monitor de gases ideal para proteger a los empleados individuales y habilitar la seguridad basada en equipos, alertando a otros si alguien está en peligro.
Es fácil pasar por alto los peligros del dióxido de carbono en aplicaciones de alimentos y bebidas, pero tenga esto presente: si existe el potencial de niveles altos de dióxido de carbono en su lugar de trabajo, necesita un detector de gases con sensor exclusivo para dióxido de carbono; no hay otra manera confiable de cuidar la seguridad de sus trabajadores y clientes.