Un martes por la tarde común, envía a un contratista de mantenimiento a una estación remota para realizar una verificación de rutina en algunos de sus equipos. El contratista conduce a la carretera de acceso más cercana, estaciona el camión y camina hacia el sitio. Cuando llega al lugar, su monitor de gases personal lo alerta de altos niveles de gases peligrosos. Sabe que debe solicitar respaldo, pero un colega podría tardar otra hora en llegar. Ha tenido este problema antes, por lo que cree que puede resolverlo de forma rápida. Silencia la alarma del monitor, se agacha para comenzar a trabajar y lo invaden los gases.
Usted no ha tenido noticias del contratista y, al día siguiente, pregunta por él en el taller. Nadie lo ha visto. Recuerda que el contratista se dirigía solo a una de sus ubicaciones remotas la última vez que lo vio. Envía a alguien a buscarlo, pero para ese entonces, es demasiado tarde.
Usted piensa en quién le dará la mala noticia a la familia del trabajador y en qué haría diferente si pudiera volver el tiempo atrás.
Las situaciones como esta constituyen la realidad devastadora de demasiados trabajadores solitarios. Los empleados que trabajan solos, como los contratistas, los trabajadores de las áreas de exploración y producción, y transporte, procesos y almacenamiento de petróleo y gas, los trabajadores de servicios públicos y muchos más enfrentan los mismos peligros que sus compañeros en el sitio, pero no cuentan con un compañero o transeúnte que los ayuden en caso de emergencia. Cuando se exponen a un peligro en el trabajo, pueden pasar horas o días hasta el momento en que llega la ayuda. El trabajo independiente que muchos disfrutan es exactamente lo mismo que expone a estos trabajadores a un riesgo tan elevado.
Muchas empresas implementan una política de trabajadores solitarios que consiste en realizar controles manuales, es decir, que implica que los trabajadores se comuniquen con los gerentes de seguridad a intervalos predeterminados para confirmar su estado. Si confía en los controles manuales, sus trabajadores están en riesgo. ¿Qué hace cuando un trabajador olvida su control manual? ¿Presupone que se olvidó o pide ayuda, rogando que se trate de una falsa alarma? Su decisión marcará la diferencia entre una tragedia o el regreso del trabajador a casa a salvo.
Como si esto fuera poco, los controles manuales le hacen perder tiempo valioso. Si bien pueden demorar solo un minuto, el tiempo pasa más rápido de lo que cree. Si los trabajadores de un equipo de 12 integrantes realizan controles manuales cinco veces por día, 20 días por mes, usted pierde 20 horas de tiempo de trabajo valioso por mes, y este recuento no incluye la pérdida de la productividad en los minutos anteriores y posteriores a los controles.
En algunas regiones del mundo, las regulaciones sobre trabajadores solitarios generan cada vez más consciencia de que las empresas deben comunicarse con los trabajadores solitarios a intervalos regulares y al final de cada turno, ya sea de forma visual o verbal. Proteger a los trabajadores solitarios conlleva dificultades especiales, incluso en la era de la conectividad constante. Muchas empresas dan por hecho que, dado que los trabajadores tienen teléfonos celulares, pueden llamar para pedir ayuda. Pero la realidad es que, en muchos casos, tener un celular en el trabajo es inseguro o incompatible con los procedimientos. Incluso en los casos en que los trabajadores pueden tener el celular en el trabajo, esto no garantiza que tengan servicio. Es habitual que los trabajadores solitarios se encuentren en áreas remotas en las que el servicio de telefonía celular no está disponible, lo cual hace que las llamadas telefónicas y las aplicaciones de teléfonos inteligentes diseñadas para proteger a los trabajadores solitarios se vuelvan inútiles.
Para evitar caer en esta trampa que pone en riesgo la seguridad, debe implementar una política de trabajadores solitarios moderna que no dependa de los controles manuales, que son fáciles de omitir, o de las llamadas telefónicas, que son un servicio que puede fallar. Por el contrario, implemente un sistema de supervisión de trabajadores solitarios con varias opciones de conectividad, diseñado específicamente para resolver las dificultades en materia de seguridad que los trabajadores solitarios enfrentan a diario.
Muchos dispositivos, incluidos los detectores de gases personales, tienen opciones de conectividad que transfieren información sobre el entorno laboral de un empleado al personal de seguridad en el sitio. Si bien las opciones de conectividad son un gran avance en materia de supervisión de seguridad y protección de nuestros empleados más vulnerables, no todos los dispositivos conectados ofrecen el mismo nivel de protección.
Esto es lo que debe buscar en un dispositivo para trabajadores solitarios, a fin de asegurarse de que sus trabajadores siempre cuenten con la cuerda salvavidas que necesitan:
Garantizar la seguridad y el bienestar de sus trabajadores es una responsabilidad enorme, pero no está solo. Los dispositivos para trabajadores solitarios, como TGX™ Gateway combinado con el monitor multigás Ventis® Pro5, les ofrecen a sus trabajadores una cuerda salvavidas confiable, para poder evitar situaciones como la que hemos planteado aquí. Si alguien supervisa constantemente a sus trabajadores solitarios, no tendrá que vivir arrepentido pensando “si hubiese sabido que me necesitaba...”.
Si elige su sistema de supervisión de trabajadores solitarios de forma minuciosa, podrá tener la tranquilidad de saber que cuenta con una visibilidad absoluta de lo que están viviendo sus trabajadores, incluso si se encuentran a millas de distancia.
Proteja a sus trabajadores solitarios con TGX Gateway.