Los monitores de gases personales son instrumentos que pueden salvarle la vida, y debe llevarlos en la zona de respiración para que sean eficaces. La OSHA define la zona de respiración como “el hemisferio delante de los hombros, dentro de un radio de, aproximadamente, seis a nueve pulgadas”, por lo que los cuellos, solapas o bolsillos externos a la altura del pecho suelen ser buenas opciones. Estas ubicaciones también mantienen el instrumento visible para que pueda ver bien las alertas, cuando la audición se ve afectada en ambientes de mucho ruido.
Lamentablemente, usar un detector de gases a una distancia de entre seis y nueve pulgadas de la nariz y la boca significa que el polvo, la suciedad o las bacterias que su monitor haya captado están en su zona de respiración.
Si necesita limpiar su monitor de gases personal, es posible que su primer instinto consista en tomar un paño desinfectante, como haría con otras superficies. Es una mala idea.
Los sensores de precisión de su monitor son muy sensibles a muchos químicos diferentes, incluido el alcohol y otros desinfectantes, por lo que el uso de estas sustancias podría impedir que el monitor emita alertas por peligros de gases. Además, los productos de limpieza a base de alcohol harán que el monitor emita una alarma. Si lo pone en cero demasiado pronto, el monitor arrojará lecturas muy bajas que no coinciden con la realidad, por lo que es posible que lo someta a condiciones inseguras.
La goma, el plástico y las barreras del monitor también podrían absorber los químicos del producto desinfectante. Esto puede causar problemas, ya que es posible que quiera supervisar estos mismos químicos. Este efecto no es duradero, pero el tiempo que debe esperar para poner el monitor en cero varía, por lo cual el enfoque conlleva un gran margen de error.
Para el polvo y la suciedad habituales, recomendamos limpiar el detector de gases con una solución con 8 a 10 partes de agua y una parte de detergente para platos, como Dawn®. De esta manera, podrá limpiar el monitor con menos riesgo de dañar los sensores o de exponerse al peligro que conlleva el mal funcionamiento. Sin embargo, la solución con agua y detergente solo elimina la suciedad cotidiana, pero no necesariamente mata los virus o bacterias de la superficie del monitor.
Para limpiar su monitor de forma más eficaz, use una solución con aproximadamente 50 partes de agua y una parte de lejía, según las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Los CDC recomiendan usar 5 cucharadas de lejía por galón de agua, o 4 cucharaditas de lejía por cuarto de galón de agua (aproximadamente 20 mililitros por litro).
Puede usar el mismo método para sanitizar estaciones de acoplamiento. Debe dejar que se sequen por completo antes de usarlas.
Para obtener más información sobre las prácticas generales de desinfección, consulte las Recomendaciones para limpieza y desinfección ambiental de los CDC.
Sin importar qué método de limpieza use, asegúrese de colocar el monitor en la estación de acoplamiento o de realizar pruebas funcionales para asegurarse de que funcione correctamente.
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